PARA MI HERMANA LIDIA
Entrevista Por Jhoel Quenaya
¿Cuáles consideras que son tus mayores virtudes y defectos?
Considero que mis mayores virtudes son la paciencia y el orden, porque siempre me ha gustado escuchar a los demás, sobre todo a los niños y a las personas de mayor edad. Siento que es un don de Dios que me dio; soy muy feliz al ser así, es parte de mi personalidad que me diferencia y me hace sentir única.
Bueno, mi mayor defecto es ser muy resentida, porque a raíz de que he estado creciendo en mis vivencias ha estado analizándome, sacando en conclusión de que no puedo perdonar una traición y es tal punto que con esta persona pues, ya no habrá confianza ni amistad, ni nada. Simplemente, marco una distancia y, así soy yo. En conclusión, yo creo que todos, como seres humanos, tenemos virtudes y defectos, que no somos perfectos, sino que tenemos que ir día a día corrigiéndonos en algunos aspectos de nuestras vidas para ser mejores personas. Pero debemos tener presente que cada uno de nosotros somos únicos y auténticos en nuestras virtudes.
¿Cuál es tu pasatiempo?
Bueno, mi pasatiempo lo paso leyendo. Me gusta mucho, porque al leer un libro puedes aprender mucho de historias y anécdotas que tengan alguna similitud con tu vida en la realidad. También puedes saber cuál es la realidad en tu país. Aprender todo esto, ser prevenida para el futuro.
¿Cuál es el objetivo de tu vida?
Mi objetivo es tener un albergue para los niños más necesitados y los ancianos (asilo). Estas personas son las más indefensas que en la actualidad están desamparadas y necesitamos hacer algo por ellos. Los niños porque son el futuro de nuestro país y los ancianos porque tomamos conciencia de que todos llegaremos a esa edad. Y quién dice por qué situación pasemos entonces. Hay que tener en cuenta que el cambio está en uno mismo.
¿Cómo te ves de acá a veinte años?
Me veo ya realizada como mujer (familia), nietos, pero sobre todos con aquel albergue que tanto sueño. Rodeada de aquellos niños ya convertidos y siguiendo un camino de bien como hombres de bien.
¿Qué esperas de tu vida?
Bueno, en estos momentos, primero que nada espero realizarme como una buena mamá en todo sentido. Prepararlo a mi pequeño y enseñarle valores para que el día que no esté a su lado, pueda ser feliz él con las acciones buenas, que emprenda su camino. Yo espero tener a mi hijo y ser una gran mamá porque para mí es un regalo que Dios me dio.
¿Qué proyecto tienes para tu vida?
Mi proyecto empezará cuando continúe con mis estudios de sicología. Terminando esta carrera, se me abrirá muchas puertas para así poder cumplir y llegar a mis objetivos finales.
Si podrías volver al pasado, ¿qué decisión cambiarías?
Si yo volviese al pasado, me gustaría volver a tener siete años, porque en esta edad cambiaría muchas situaciones con respecto al estudio; estudiaría más…bueno, lo que pasa es que yo era una niña muy tímida, temerosa… por ese motivo, tal vez hubiera aprovechado más los estudios porque tenía muy buenos profesores. Habría aprendido más con el fin de tener diplomas de primer lugar.
¿Qué es lo que valoras más de una persona?
Lo que valor más de una persona es su palabra, que tenga palabra. Para mí, eso significa una persona que tiene honor y respeto a lo que dice y hace.
¿Qué es lo que más te disgusta de una persona?
Pues, definitivamente que no tenga palabra, porque, para mí significa una persona que no es sincera y es deshonesta con lo que dice o quiere hacer.
¿Cuáles son tus creencias religiosas?
Yo creo en la religión católica por su historia y trayectoria. Creo que hay un Dios que todo lo ve, y así como nos da, también todo nos lo puede quitar. Por tal motivo, hay que estar siempre agradecidos con nuestro Dios por la familia, amistades, naturaleza, aire, etc. Y siempre encomendarnos ante Él y no ser soberbios. Amén.
¿Qué cambiarías del Perú para que se a mejor?
Yo creo que en sí, el cambio debe empezar con uno mismo, pero de mi Perú maravilloso, definitivamente le deseo lo mejor.
